Históricamente, la mejor manera de decidir qué hacemos y dejamos de hacer con nuestros ahorros ha sido fiarnos de los consejos de un amigo, familiar o el encargado de nuestro banco. No obstante, la actual situación económica pone de manifiesto que todos tenemos que tener unos conocimientos básicos sobre finanzas para afrontar con seguridad el siguiente mes.
31/10/2014 – La crisis ha hecho añicos la confianza que muchas personas tenían depositado en su banco o caja de ahorro como único o principal asesor para todo lo relacionado con su dinero. El 55% dice que ya no confía ni en su propia entidad, según una encuesta de la organización de consumidores Ceaccu. Y en un país donde incluso personas con formación universitaria como médicos o abogados admiten no saber mucho de cuentas ni de finanzas, eso significa que hay muchísimos huérfanos financieros, personas que desconocen qué han tener en cuenta o a quién pedir opinión cuando han de tomar decisiones económicas. Por eso ahora calan con mayor facilidad las voces de quienes desde hace décadas propugnan que hay que impartir educación financiera en la escuela y comienzan a organizarse talleres sobre el tema en institutos de secundaria, en asociaciones y colegios profesionales. Y también hay más personas conscientes de que el mundo de las finanzas no es sólo cosa de los bancos y de la bolsa, sino que afecta a su día a día, al dinero que destina a gastos fijos, a los recursos que tendrá cuando se jubile, a lo que le cobran por pagar un recibo o por comprar una nevera o un coche a plazos. Pero tras esta toma de conciencia muchos no saben qué pasos dar, cómo obtener información fiable o a quién pedir consejo.
“Finanzasparatodos.es, el portal de internet creado en el marco del plan de educación financiera del Banco de España y la CNMV, puede ayudar mucho, porque reúne información bastante inteligible sobre cómo llegar a fin de mes, sobre los distintos productos financieros o cómo invertir, e incluso un kit financiero de supervivencia”, apunta Josep Soler, director del Institut d’Estudis Financers (IEF). En realidad, en la red hay varias webs sobre educación financiera y economía doméstica, con recursos divulgativos, y otras muchas que hablan de finanzas y productos de inversión. Pero Soler alerta que internet puede resultar peligroso cuando se busca consejo financiero. “Con la salud financiera ocurre lo mismo que con la salud física: si estás enfermo y te pones a buscar información en internet sobre lo que te pasa corres el riesgo de autodiagnosticarte y automedicarte, lo que no es recomendable porque las finanzas nunca son genéricas, dependen de tus circunstancias, se necesitan soluciones personalizadas”, dice el director del IEF. Su consejo es buscar profesionales cualificados “igual que si estás enfermo vas al médico”.
Pero fuera de los bancos muchas personas no saben a quién acudir. “Si se busca consejo para un tema de deudas uno puede acudir a un intermediario de crédito, que debe estar registrado en el Ministerio de Consumo para poder ejercer; y si se busca un asesor de inversión, lo mejor es elegir uno registrado como EAFI (empresa de asesoramiento financiero) en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que comercialice productos de cualquier entidad para que te ofrezca diferentes alternativas para tus necesidades”, explica Jordi Paniello, presidente de la Asociación Profesional Colegial de Asesores de Inversión, Financiación y Peritos Judiciales (AFI).
La duda que asalta a muchos consumidores es hasta qué punto esos asesores son independientes. “También podríamos preguntarnos si hay médicos independientes ¿no?, si cuando nos envían a hacer pruebas realmente las necesitamos; lo que está claro es que hay que exigir al asesor que sea transparente, que esté cualificado y te diga para quién trabaja y que esté sometido a un código ético”, responde Soler.
Claro que hay consumidores que por la sencillez de su operativa quizá no necesitan o no pueden acudir a un asesor independiente para poner en orden sus cuentas o sacar más provecho a sus ahorros. Fernando López, responsable de temas económicos de Ceaccu, explica que siempre se puede consultar con algún familiar que entienda un poco del tema o con una organización de consumidores antes de tomar cualquier decisión importante sobre su dinero o sobre un producto que ofrece el banco.
Pero se cuente o no con asesor y se tenga o no mucho trato con el banco hacen falta unos conocimientos básicos sobre las propias necesidades de ingresos y gastos, cómo disminuir costes fijos, las consecuencias de financiar una compra, las diferencias entre unos productos financieros y otros o qué hay que preguntar antes de invertir para no llevarse sorpresas. Para contribuir a ellos, ES inicia hoy una serie de ocho reportajes sobre economía doméstica en los que se abordará desde cómo detectar cuáles son las vías de agua de nuestro presupuesto familiar hasta cuándo nos interesa cambiar la hipoteca, pasando por en qué fijarnos antes de abrir una cuenta bancaria o si hay alternativas de inversión cuando los depósitos apenas ofrecen interés, entre otros temas.
Artículo original de: La Vanguardia ES
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