6/1/2015 – El primer ministro de India, el nacionalista hinduista Narendra Modi, considera la inclusión financiera “una prioridad nacional” para facilitar el crecimiento inclusivo de un país que se desarrolla a varias velocidades.
¿Son posibles las microfinanzas inclusivas cómo fueron concebidas en los 70?En su primer discurso en el día de la Independencia, el pasado agosto, lanzó la estrategia Proyecto del Primer Ministro del Dinero del Pueblo. Su objetivo, que todas las familias —tanto en el campo como en las ciudades— tengan acceso a los servicios financieros, recoge ya frutos: en apenas cinco meses se han abierto más de 100 millones de cuentas corrientes en el marco de esta iniciativa.
“Si queremos eliminar la pobreza, tenemos que eliminar la discriminación financiera. Tenemos que conectar a todas las personas con el sistema financiero”, aseguró Modi. Ahora, los grandes sectores pobres de la sociedad pueden abrir una cuenta sin depositar una rupia y acceder a servicios como cuentas de banco con tarjeta para retirar dinero de cajeros, créditos, transferencias, seguros y pensiones. A través de esas cuentas, también el Gobierno hará llegar en efectivo los beneficios de otros programas destinados a los más pobres, como las becas para estudiantes. Como incentivo para la bancarización, quienes abren su cuenta con este programa reciben un seguro de accidente y otro de vida.
En los primeros días de la campaña, el pasado verano, se abrieron en los bancos 15 millones de nuevas cuentas, una cifra que esta semana se ha elevado ya hasta los 103 millones. Se trata de un número elevado en un país de 1.200 millones de habitantes azotado por la desigualdad y cuyo acceso a la banca es inferior a la media mundial.
Si queremos eliminar la pobreza, tenemos que eliminar la discriminación financiera. Tenemos que conectar a todas las personas con el sistema financiero
Con esta iniciativa se espera que los ciudadanos cambien el hábito de guardar los ahorros bajo el colchón o de otras maneras informales y los depositen en las oficinas. Los analistas que apoyan el proyecto destacan además que los pobres suelen depender de canales informales de crédito, como los prestamistas, que muchas veces cobran hasta cinco veces más intereses que los bancos. Añaden que la bancarización ayudará a que el dinero que el Gobierno destina a los excluidos les llegue de verdad y no se pierda en el camino.
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