En el siglo XXI, ofrecer educación financiera debería ser algo tan básico como enseñar a leer y a escribir
Annamaria Lusardi impartió la conferencia inaugural del ciclo sobre ‘Educación financiera’ que organiza la Fundación Ramón Areces con IE business school. La profesora Lusardi, de la business school de The George Washington University, y Doctora en Economía por Princeton, da a conocer los resultados de varios estudios y sus conclusiones. Es una de las mayores expertas mundiales en esta materia.
Muchas otras ideas interesantes surgieron de su discurso. Algunas de las más destacadas fueron las siguientes:
- Tú eres tu propio director financiero (o Chief Financial Officer, CFO). Los ciudadanos van a tener que asumir una mayor implicación en el futuro en cómo ahorran y planifican sus finanzas. Esto se debe, fundamentalmente, a tres factores que están transformando nuestras realidades: los sistemas de pensiones con estados cada vez menos garantistas-, el mercado laboral y los mercados financieros.
- La educación financiera es la nueva alfabetización. Saber manejar nuestras finanzas es ya equiparable a lo que en el pasado era saber leer y escribir. Por eso, los conocimientos financieros básicos deberían adquirirse desde edades tempranas, e incluso ser incluidos como asignatura propia en los planes de estudio escolares. Además, los lugares de trabajo y los espacios de aprendizaje (bibliotecas, museos, etc.) son también idóneos para impartir educación financiera.
- Los tres colectivos con mayores necesidades de educación financiera son las mujeres, los jóvenes y los mayores. Llamaba la atención que en el citado test, las mujeres no respondían incorrectamente, sino con un sencillo “no lo sé”. Quizás este hecho las convierte en óptimas asesoras financieras.
- Las entidades financieras deberían implicarse en temas de educación financiera para conseguir alcanzar un equilibrio con sus clientes.
Su conferencia terminó con un frase dilapidadora del antiguo presidente de Harvard, Derek Bok.
Si crees que la educación es cara, prueba con la ignorancia