En muchos hogares españoles, hablar de dinero sigue siendo tabú. Sin embargo, cada vez resulta más importante saber administrarlo de cara a satisfacer necesidades presentes y futuras, a “mirar por la peseta” como dicen las madres y abuelas. Glenn Kurlander, director del área de gestión patrimonial de Morgan Stanley, sabe que incluso entre sus clientes más top tienen problemas para inculcar a sus retoños el valor del dinero y la importancia de saber qué hacer con él.
“Si nunca les hablamos a nuestros hijos de este tema, les estaremos enseñando que es algo que hay que temer. Si esa es la lección que le damos a nuestros hijos, no les estamos poniendo en camino para formar una relación sana con su patrimonio”. Muchos clientes le han confiado a Kurlander que les gustaría abordar este tema con los más pequeños, pero no saben por dónde empezar. Para estos últimos, Kurlander ha elaborado un decálogo con consejos para ayudar a los niños a entender el valor del dinero, a conservarlo y a hacer que crezca a lo largo del tiempo.
Si nunca les hablamos a nuestros hijos de este tema, les estaremos enseñando que es algo que hay que temer. Si esa es la lección que le damos a nuestros hijos, no les estamos poniendo en camino para formar una relación sana con su patrimonio
1. El dinero es como el sexo
“Mamá, ¿de dónde vienen los niños?”. Seguro que más de una madre y un padre viven con miedo a que estas preguntas y otras más comprometidas les sean formuladas por sus hijos. Pero Kurlander recuerda que “justo como con los jóvenes y el sexo, en lo referente al dinero, los niños (de cualquier edad) saben más de lo que creemos que saben. Pero están confusos sobre lo que creen saber”. “Nuestros hijos no son idiotas, y muchos de ellos se hacen una idea. Y si no se la hacen, lo habrán oído de sus amigos que sí se lo han figurado o se lo han oído a sus padres”, añade. A esto se ha de añadir que ahora también pueden acudir a internet para resolver sus dudas, lo que hace que los niños de hoy puedan tener muchos más conocimientos sobre las posesiones de sus padres que los de generaciones anteriores.
Kurlander hace hincapié en que, a pesar de la cantidad de información disponible, al no saber ponerla en contexto muchos niños se sienten confusos. El representante de Morgan Stanley recomienda tener esta primera enseñanza en mente a la hora de sentarse con los niños a hablar, pues cree que “debería ayudarnos a recuperarnos de nuestra desilusión de que podemos mantener a nuestros hijos a oscuras sobre lo que sea”. Pero también cree que puede ayudar a “definir una de las tareas que tenemos por delante: ayudar a los niños a crear un contexto en el que pueden situar su conocimiento, por lo que es de ayuda y fortalecedor, no peligroso o aterrador”.
2. Piense antes de hablar
O explicado de otra manera, piense en sus propios valores antes de explicar a sus hijos cómo emplear el dinero. “Muchos padres pudientes tienen un sentido bastante claro de los valores que les gustaría que desarrollasen sus hijos respecto al dinero, pero pueden tener menos claros sus propios valores”, relata Kurlander. Se refiere por ejemplo a que una persona puede transmitir a su prole que el dinero no da la felicidad, pero si luego su propia vida está basada en consumir objetos y servicios, los niños verán que el mensaje que les has transmitido no se corresponde con la realidad.
3. Hablar, hablar y hablar todavía más
4. Hable con ellos, no a ellos
5. Responda a una pregunta con otra pregunta
6. Mantenga los pies lejos de la boca
7. Dé una paga a los niños
8. Invierta en ellos
9. Dé ejemplo
10. Nunca dé el asunto por acabado
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