19/9/2014
Septiembre es el mes del fin de las vacaciones, la vuelta al cole, al trabajo… En definitiva, el mes de vuelta a la rutina y, también, el mes de los propósitos que, aunque volverán a hacerse en enero, ahí están. Entre los más formulados nos encontramos con uno que en los tiempos que corren no es nada sencillo: ahorrar.
VIDEO: Las reglas del ahorro +NOTÍCIAS: Vuelven las cuentas de ahorro para los más pequeñosLa teoría para ahorrar nos la sabemos y nos parece muy fácil: apartar cada mes un poco de dinero y mantener nuestras manos alejadas de él, ¿verdad? Pero la realidad es otra y es que no es tan fácil ahorrar cuando uno tiene que pagar las diferentes facturas, prestamos…
Lo más importante para llegar a ahorrar es saber qué hacer, cómo hacerlo y para qué hacerlo. Como todo en la vida, es mucho más sencillo cuando conoces cuál es el objetivo para así poder marcar un camino para conseguirlo.
Empezaremos hablando de algo que se comenta muy poco: la educación financiera. Muchos de nosotros tenemos un millón de dudas financieras que nunca nos han resuelto y que por vergüenza tampoco hemos formulado.Pero, ¿qué es la educación financiera?Existen diferentes definiciones de numerosos expertos, pero para no liarnos muchos nos hemos quedado con esta de Bansefi. Para él, la educación financiera “es un proceso de desarrollo de habilidades y actitudes que, mediante la asimilación de información comprensible y herramientas básicas de administración de recursos y planeación, permiten a los individuos: a) tomar decisiones personales y sociales de carácter económico en su vida cotidiana, y b) utilizar productos y servicios financieros para mejorar su calidad de vida bajo condiciones de certeza”.
Annamaria Lusardi, considerada por The New York Times como uno de los seis economistas más influyentes, considera que debe enseñarse educación financiera desde edades tempranas y explica que “tres factores han cambiado de forma radical en los últimos tiempos en nuestra sociedad: los sistemas de pensiones, el mercado laboral y los mercados financieros. Ese mayor protagonismo de los ciudadanos en lo que ahorra y en cómo maneja sus recursos de cara a su jubilación así como la creciente complejidad de los productos financieros obliga a una mejor formación en esta materia. Tú eres tu propio administrador financiero, algo que no solo afecta de cara a la jubilación, sino en el día a día, en el uso que hacemos de la tarjeta de crédito, por ejemplo”.¿Para qué debería estar ahorrando?Responder esta pregunta no es tarea fácil. Numerosos expertos recomiendan separar el ahorro en tres categorías fundamentales: el fondo de emergencia, la jubilación y las metas o retos.
¿Dónde debería guardar mis ahorros?
Primero diremos dónde no deberías: en la misma cuenta corriente que utilices habitualmente. En la cuenta corriente deberías tener sólo el dinero que vas a utilizar día a día. Mantener tus ahorros en otra cuenta te ayudará a gestionarte mejor y, sobre todo, a evitar tentaciones.Revisa todos tus gastos mensuales
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